El tratamiento del agua

El tratamiento del agua es el proceso de elevar su calidad para que pueda ser utilizada con un fin determinado. El agua potable, el suministro de agua industrial, las actividades de ocio y la reposición de los recursos naturales, incluidos ríos y lagos, son los usos finales más típicos.

Importancia

El ser humano necesita agua limpia para sobrevivir. La necesidad de agua aumenta con la población humana. El agua debe tratarse para abastecer constantemente los usos finales porque es un recurso limitado. Por consiguiente, el tratamiento del agua es crucial.

El tratamiento del agua ayuda a que sea limpia, potable y útil por otras razones, eliminando de ella contaminantes y compuestos peligrosos. Lamentablemente, unos 2.000 millones de personas en todo el mundo beben agua sin tratar o la obtienen de fuentes poco fiables o contaminadas. Para mejorar la calidad del agua, existen sistemas que ayudan tratar el agua contaminada para evitar incidentes, como las enfermedades transmitidas por el agua y las muertes.

Por otro lado, el tratamiento de este recurso también es útil para garantizar su reintroducción en el ciclo natural. Una de las aplicaciones finales de este proceso es devolver el agua a las fuentes naturales, como ríos, lagos y mares. Para evitar la contaminación y otros problemas medioambientales graves, las instalaciones de tratamiento del agua deben asegurarse primero de que el agua está libre de contaminantes peligrosos.

Las organizaciones deben seguir las normas establecidas por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos para salvaguardar tanto el medio ambiente como la salud pública. El vertido no autorizado de contaminantes que pueden acabar en las masas de agua es una de las infracciones que un informe de la EPA ayuda a controlar en relación con el cumplimiento de la seguridad medioambiental de una organización. Esto incluye el vertido ilegal de efluentes contaminados sin tratar en el sistema de alcantarillado sin haber sido tratados previamente.

Proceso

La mayoría de las veces, las instalaciones de tratamiento de aguas se encargan de recoger, procesar y dispersar el suministro de agua para las necesidades domésticas, comerciales e industriales. Estas instalaciones pueden utilizar procedimientos ligeramente diferentes en todo el mundo para sus sistemas de tratamiento del agua. No obstante, con independencia del fin al que pretendan servir, todos sus planteamientos se basan en un conjunto similar de etapas.